miércoles, 21 de julio de 2010

Agrupación Musical El Salvador en La Matanza de Acentejo

Con motivo de cumplir su servicio militar, es destinado al Regimiento de Infantería de Santa Cruz de Tenerife el recluta Don José Guijarro Santana, procedente de la región valenciana, concretamente de Villa Franquesa, provincia de Alicante. Este recluta adquiere buena amistad con algunos vecinos, también reclutas, de este pueblo, La Matanza de Acentejo y el 23 de Marzo de 1850, contrae matrimonio con Doña Francisca Hernández Afonso, natural de El Sauzal y vecina de aquella localidad.

Ya establecido en este pueblo y poseyendo dotes musicales piensa organizar una agrupación musical, anunciándoselo a todo el pueblo, en especial al clero que regentaba el párroco Don José Hernández Perero del cual era un gran devoto, obteniendo de toda esta gestión un apoyo total. Acto seguido, por gestiones realizadas, como primer director de esta agrupación resultó Don Juan Padrón residente en Santa Cruz de Tenerife, y las clases de solfeo corrieron a cargo de Don José Izquierdo, vecino de Tacoronte, que venía a La Matanza dos veces a la semana, de todo lo cual surgió la primera Banda de Música de este pueblo. Siguiendo la trayectoria de Don José Guijarro Santana y Doña Francisca Hernández Afonso, de este matrimonio resultaron tres hijos, Isabel, José y Antonio. La primera emparentó por mediación de una hija de esta con los que actualmente conocemos con el apellido Foronda de los cuales todos poseen buenas dotes musicales, tal como el canto, piano, etc. Su hijo José, desde muy joven, estudió música e incorporándose a esta agrupación musical como músico de requinto.

Casó con Doña Nieves Córdoba Rodríguez el día 9 de febrero de 1880. La trayectoria de Don José Guijarro Hernández siempre fue digna de ejemplo, por su carácter amable y sincero. Colaboró, como músico, durante más de 50 años, Su hijo menor, Antonio, estudió música, al igual que su hermano, inclinándose por el bombardino.

Al tiempo de estos Guijarros como músicos, surge otro notable llamado Don Valeriano Delgado García que por conocer la música impartida por el director y profesor, obtuvo el cargo de sorchante parroquial, practicó y ejecutó el órgano; sucediéndole tiempos después como director y profesor a los señores Padrón e Izquierdo. Don Valeriano dirigió la Banda de Música de La Matanza; hasta que lo pudo hacer, por motivos de vejez lo abandonó dejando como legado muchas piezas musicales copiadas a puño y letra, que las obtenía de otros compañeros directores.

Siguiendo la andadura musical sucedió a Don Valeriano un nuevo Guijarro llamado Antonio. Ya nuevo director, Don Antonio Guijarro Córdoba fue un buen instrumentista. Prestó sus servicios militares en la Banda de Música del Regimiento de Infantería de Santa Cruz de Tenerife, destacándose en su buen hacer como trompetista de clase, impartiendo la dirección de música de La Matanza.Y ya, como semifinal de directores, salta a la palestra otro Guijarro, hermano del anterior, el benjamín llamado Víctor Modesto Guijarro Córdoba. Este Guijarro conocido por todas las personas mayores de este pueblo fue director de la Banda en tiempos muy difíciles tanto en lo político como en lo económico. Se carecía de las cosas más elementales, tal como repertorio moderno, instrumentos y hasta local de ensayo.

Cumplida la alta misión de Don Víctor Guijarro Córdoba, la música en este pueblo entra en una decadencia temporal. A la vista no se consideraba en el pueblo ninguna persona dispuesta a afrontar la misión de sacar adelante esta Agrupación Musical, hasta que, un buen día, con motivo de las fiestas de San Antonio Abad, asistió a los actos religiosos un grupo reducido de músicos laguneros con vestuario a lo paisano. A la vista de este hecho, un grupo de matanceros, reunido con el párroco de este pueblo, consideraron aquello bochornoso, y decidieron con el señor alcalde de la época, Don Juan Hernández Monjes convocar una reunión al objeto de reorganizar nuevamente la Banda de Música, cosa que se logró colocando en la dirección a Don Antonio Guijarro García, hijo del anterior director, Don Víctor Guijarro Córdoba. Ya, sobre la marcha, las dificultades fueron muchas.

La Corporación Municipal, haciéndose eco de esto, aportó un dinero para adquirir instrumentos de segunda mano en La Laguna, empezando así la singladura del Sr. Guijarro García. Fue entonces cuando el Sr. Alcalde hizo gestiones con un músico militar jubilado, a efectos de afrontar la dirección de la Banda, cosa que prosperó. Pero, a la vista del panorama y acostumbrado a impartir entre profesionales, no estaba dispuesto a afrontar la organización de una Banda de pueblo, abandonando el cargo. Este músico militar se llamaba Don Domingo Pérez Barroso, natural de este pueblo.

La Agrupación musical necesitaba un apoyo tanto del pueblo como del Ayuntamiento y, convencidos de esto, con ocasión de una nueva Corporación municipal con su alcalde al frente Don Domingo Diego González Gutiérrez, se moviliza sobre el particular visitando a su penúltimo director Don Antonio Guijarro García los señores concejales Don Domingo Espinosa de la Rosa y Don Damián Gutiérrez Monjes, de cuya visita resultó el proceso sereno y firme de desarrollo nombrando un Patronato en colaboración con el pueblo que trabaja unido al Ayuntamiento.

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